sexta-feira, 25 de novembro de 2016

 ... siempre columpiándote en mis pensamientos ...Surreal-Graphic-Illustrations-by-Nader-Sharaf6-900x1179:

domingo, 20 de novembro de 2016

terça-feira, 15 de novembro de 2016


.Paulo Leminski:

"ás vezes o desejo é tão grande e a possibilidade tão  minima, 
 que acho que o poema de Leminski traduz minha angustia" 




domingo, 13 de novembro de 2016

La luna


La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

Jaime Sabines - Otros poemas sueltos (1973 - 1993

quarta-feira, 9 de novembro de 2016

Illustrations by Henn Kim:

Historia verídica

A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con las baldosas. El señor se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy caros, pero descubre con asombro que por milagro no se le han roto.

Ahora este señor se siente profundamente agradecido, y comprende que lo ocurrido vale por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud. Una hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables, y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.
Julio Cortázar

terça-feira, 8 de novembro de 2016




pequeñas felicidades 


10 receitas fáceis para fazer com as crianças | Pra Gente Miúda:


Kitagawa Utamaro Title:Courtesan:



Después de las fiestas


Y cuando todo el mundo se iba
y nos quedábamos los dos
entre vasos vacíos y ceniceros sucios,

qué hermoso era saber que estabas
ahí como un remanso,
sola conmigo al borde de la noche,
y que durabas, eras más que el tiempo,

eras la que no se iba
porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar al nuevo día,
juntos, riendo, despeinados.
Julio Cortázar

sexta-feira, 4 de novembro de 2016





Cien años de soledad*



Después, mientras se secaba, el forastero le suplicó con los ojos llenos de lágrimas que se casara con él. Ella le contestó sinceramente que nunca se casaría con un hombre tan simple que perdía casi una hora, y hasta se quedaba sin almorzar, sólo por ver bañarse a una mujer. Al final, cuando se puso el balandrán, el hombre no pudo soportar la comprobación de que en efecto no se ponía nada debajo, como todo el mundo sospechaba, y se sintió marcado para siempre con el hierro ardiente de aquel secreto. Entonces quitó dos tejas más para descolgarse en el interior del baño.
-Está muy alto -lo previno ella, asustada-. ¡Se va a matar!
Las tejas podridas se despedazaron en un estrépito de desastre, y el hombre apenas alcanzó a lanzar un grito de terror, y se rompió el cráneo y murió sin agonía en el piso de cemento. Los forasteros que oyeron el estropicio en el comedor, y se apresuraron a llevarse el cadáver, percibieron en su piel el sofocante olor de Remedios, la bella. Estaba tan compenetrado con El cuerpo, que las grietas del cráneo no manaban sangre sino un aceite ambarino impregnado de aquel perfume secreto, y entonces comprendieron que el olor de Remedios, la bella, seguía torturando a los hombres más allá de la muerte, hasta el polvo de sus huesos...

quarta-feira, 2 de novembro de 2016


blue butterflies:
“Certos artistas, escritores ou pintores, florescem em espaços confinados como os bebês em gestação. Seus temas estreitos podem desconcertar ou desapontar algumas pessoas. Rituais de fazer a corte entre os membros da pequena nobreza do século XVIII, a vida sob os velames de um barco,coelhos falantes, lebres esculpidas, retratos de gente obesa, de cachorros, de cavalos, de aristocratas, nus reclinados, milhões de cenas da natividade, crucificações, subidas ao céu, tigelas com frutas, flores em vasos. E pão e queijo holandeses com ou sem uma faca ao lado. Alguns escritores de prosa cuidam apenas de seus egos. Também no campo científico há quem dedique a vida a uma caramujo albanês ou a um vírus. Darwin consagrou oito anos às cracas. E, mais velho e mais sábio, às minhocas. Milhares de pesquisadores passaram a vida correndo atrás do bóson de Higgs, uma coisinha de nada. Estar  circunscrito a uma casca de noz, ver o mundo em cinco centímetros de marfim, num grão de areia. Por que não, quando toda a literatura, toda arte e a iniciativa humana não passam de uma partícula no universo das coisas possíveis? E mesmo nesse universo pode ser uma partícula numa infinidade de universos reais e possíveis?”

Em: Enclausurado, Ian McEwan, São Paulo, Cia das Letras: 2016, tradução de Jorio Dauster, páginas 69-70;